No es un mito que los campos electromagnéticos dañen. Hay, sin embargo, muchos malentendidos que llevan a las personas a creer en el falso dogma de que la radiación no térmica no ionizante es segura.

Conceptos erróneos comunes (emfwise.com) ¹

Mito: A pesar del auge de las tecnologías inalámbricas, el cáncer de cerebro no ha aumentado.

Los estudios que se centran en 10 o más años de uso, tales como los estudios LennartHardell y el estudio Interphone, de hecho, muestran un aumento del riesgo de cáncer de cerebro. En el estudio Interphone tan sólo 30 minutos al día de uso de celular es considerado riesgoso.

Los estudios, de LennartHardell e Interphone, se centran en diez o más años de uso de las tecnologías, muestran un aumento del riesgo de cáncer de cerebro. El estudio Interphone expresa que el uso del celular por tan sólo 30 minutos es considerado riesgoso.

Los estudios de menos de diez años son muy cortos en duración y poco profundos. El cáncer por causas ambientales a menudo tiene latencias que tardan varios años en manifestarse. La Dra. Devra Davis menciona que pueden pasar décadas antes de que el cáncer se haga evidente en la población. El uso intensivo y generalizado de los celulares comenzó hace algunos años. De todos modos, los cánceres de cerebro están sucediendo en personas de edades mucho más tempranas que antes, y han aumentado en los últimos diez años en los jóvenes adultos, en particular los de 20 a 29 años de edad.

Según los estudios de LennartHardell, los niños están en riesgo mucho más que los adultos. El neurocirujano británico Kevin O'Neill, reporta en abril de 2009, que los tumores cerebrales están aumentando a aproximadamente 2% por año. El Registro de Cáncer Danés indica un aumento en los tumores cerebrales entre 2001 y 2010.

La Dra. Devra Davis también señala que existen otros tipos de cáncer, además del cerebro que pueden estar relacionadas con el uso de teléfonos celulares, como los tumores de las glándulas salivales, ya que la glándula salival está cerca de donde se sostiene el teléfono celular. Las mujeres que mantienen sus teléfonos celulares entre sus pechos tienen mayores tasas de cáncer de mama.

Mito: Sólo la radiación ionizante (rayos-x, gamma o beta) y niveles térmicos de microondas pueden causar daños.

Actualmente existen muchos estudios que muestran los efectos biológicos de la radiación no ionizante de baja intensidad (no térmica). Vea la lista de miles de estudios resumidos por www.justproveit.net, así como un resumen de los estudios realizados por orden de nivel de potencia presentado por BioReport 2012. Es tiempo de escuchar a la ciencia, en lugar de limitarse a los dogmas anticuados.

Graham Philips explica que, de la radiación ionizante, el 25% de las roturas en el ADN son causadas por daño directo, el otro 75% es causado por la capacidad de la radiación ionizante de formar radicales libres. Dado que la radiación no ionizante también puede producir radicales libres, como se muestra en varios estudios, este es uno de los mecanismos por el cual puede afectar el ADN. Para más estudios de la contaminación genotóxica de los campos electromagnéticos, consulte el estudio Reflex de la Unión Europea.

Mito: Hemos tenido la televisión y torres de radio emitiendo altas frecuencias durante años, y han sido seguras.

Estudios epidemiológicos y encuestas detectan mayores niveles de cáncer y otros problemas de salud cerca de la TV, las torres de radiodifusión y de las torres de telefonía celular. Uno de los últimos casos, de perfil alto, es el estudio epidemiológico ordenado por el tribunal Italiano sobre la torre de la radio del Vaticano y el cáncer. Se informó de un mayor riesgo de cáncer en un radio de 5,5 millas. La doctora Magda Havas, entre otros investigadores, indica que el cuerpo humano es más sensible a la radiación de naturaleza pulsante (intermitente/cambiante), que la radiación no pulsante de las estaciones de TV y radio.

Mito: Recibimos más radiación cósmica que de las tecnologías inalámbricas.

Radiación de microondas cósmica es relativamente insignificante, (<0.000001 μW/m2, MAES 2000) ya que las fuentes son muy lejanas. Fuentes locales suelen ser una preocupación más significativa que las fuentes cósmicas, que por la ley del cuadrado inverso, se convierten en una amenaza menor en la distancia. Por ejemplo un teléfono inalámbrico de 2.4Ghz en la casa puede superar fácilmente los 1000 μW/m2 de radiación de alta de frecuencia y los 6000 μW/m2 a 20 cm de distancia.

Mito: No hay evidencia consistente de que la radiación inalámbrica sea dañina. El peso de la evidencia apunta hacia ningún daño.

Muchos de los efectos biológicos adversos provocados por las tecnologías inalámbricas han sido confirmados por más de un grupo de científicos, incluyendo roturas en el ADN, el aumento de los radicales libres, y la apertura de la barrera hematoencefálica. A menudo, este tipo de hallazgos son seguidos con un intento de desacreditar a los científicos involucrados, sin embargo, muchos científicos confirman los hallazgos.

Mientras que la mayoría de los estudios financiados por la industria celular no encuentran efectos sobre la salud, la mayoría de los estudios independientes lo hacen. Lo mismo sucedió con la industria del tabaco. Cualquiera que estudie la investigación debe tener cuidado de "seguir el rastro del dinero".

Cuando hablamos del "peso de la evidencia", no sólo se puede comparar el número de estudios que encuentran un efecto contra el número de estudios que no encontraron un efecto. Es muy fácil diseñar un estudio para no encontrar un efecto, por ejemplo, limitando el período de tiempo del estudio, pero esto debería "equilibrar" los distintos estudios. La salud no es un tema de democracia. Debería ser suficiente que un solo estudio serio encuentre evidencias para aplicar el principio de precaución. No es lo mismo decir “no encontramos efectos”, que decir “no existen efectos”. Hasta el momento casi todos los estudios encuentran efectos biológicos, aunque no todos apuntan al desarrollo directo de enfermedades. No todos los que fuman tienen cáncer, pero a todos les hace un efecto u otro por ejemplo: tienen dificultad para respirar.

Mito: La potencia de una antena de telefonía móvil no es más que una bombilla de luz, por lo que debe ser seguro.

Hay estudios recientes sugieren que la transición de on-off y off-on es la que causa el mayor daño biológico. Por lo tanto, esta cualidad palpitante de la señal es una diferenciación de calidad entre la radiación inalámbrica pulsada y una bombilla regular. Es interesante notar, sin embargo, que hay gente sensible a la luz que parpadea a una frecuencia determinada, por ejemplo, epilepsia fotosensible. Esta podría ser la razón por la que la radiación inalámbrica modulada puede ser biológicamente más activa que la radiación inalámbrica no modulada. La Dra. Devra Davis compara la radiación pulsante a un coche que arranca, se detiene, continúa de nuevo y se detiene de nuevo. Esta secuencia de on-off-on-off puede ser más perjudicial que la radiación constante, al igual que para los pasajeros de un coche tratando de leer.

La radiación de microondas es también diferente de la luz, pues esta puede penetrar las paredes opacas a la luz, traspasando fácilmente la ropa y la piel.

Mito: Mientras que la electricidad se quede en el cable no hace daño.

Todo cable que tenga electricidad produce un campo eléctrico y un campo magnético, ambas energías afectan el metabolismo. El cuerpo al estar cerca de un cable absorbe el campo eléctrico, este efecto es más intenso cuando uno pone las manos en la computadora. Cuando las vibraciones del campo eléctrico producidas por la red eléctrica son variables y de alta frecuencia, conocida como electricidad sucia, el efecto en los niveles de cortisol (hormona del estrés) suben creando episodios de estrés. No solamente el cuerpo absorbe las frecuencias emitidas por la red eléctrica por contacto directo en la computadora o por el ambiente, sino también a través de la madera de un mueble con un cable eléctrico cercano.

Mito: Las autoridades dicen que no hay ningún efecto de salud conocido en este momento. Si fuera peligroso, la gente hubiera sabido hace mucho tiempo.

Si bien no todas las autoridades dicen que hay efectos en la salud por el uso o influencia de las tecnologías inalámbricas, un número creciente de organizaciones de salud del gobierno ahora piden precaución a la luz de las crecientes preocupaciones científicas. Por ejemplo la Organización Mundial de la Salud ha clasificado los campos electromagnéticos como posiblemente cancerígenos (esta información esta publicada en la página web de la Agencia Internacional Contra el Cáncer perteneciente a la OMS).

Los científicos financiados por la industria de los celulares, cuando encontraron efectos biológicos en la salud, sus fondos han sido revertidos y la industria ha presionado para revertir los juicios sobre el peligro de campos electromagnéticos. En los medios de comunicación, el directorio o equipo editorial muchas veces interviene con los artículos publicados sobre el tema porque el dinero por publicidad está en juego. ¿Quiénes son los que invierten más en publicidad en los medios?

Sin embargo, la verdad se está abriendo camino en las recomendaciones oficiales del gobierno a pesar de todos los esfuerzos en sentido contrario. En los últimos 5 años, los gobiernos de muchos países han hecho recomendaciones de salud y piden precauciones en el uso de equipos inalámbricos. En Francia se prohíbe el WiFi en las bibliotecas públicas y en Israel se limita su uso en las escuelas. En muchos países europeos se prohíbe la publicidad de celulares a menores de edad. La Asociación Americana de Pediatría de EEUU recomienda que niños menores a 12 años no usen celulares.