Mecanismos de daño de los campos electromagnéticos
- La Dra. Davis explica cómo el impacto biológico de su teléfono celular no está relacionado con su poder, ya que en realidad es bastante débil, sino más bien con la naturaleza errática de su señal y su capacidad de alterar la resonancia e interferir con la reparación del ADN.
- “un modelo de la física cuántica es necesaria para comprender por qué los campos electromagnéticos son perjudiciales para la salud. Los sistemas vivos, incluyendo el cuerpo humano, interactúan con el componente potencial del vector magnético de un campo electromagnético como el campo cerca de un bobina toroidal. El potencial del vector magnético es la vía de acoplamiento entre sistemas biológicos y campos electromagnéticos. Una vez que se ha superado el umbral específico de intensidad de un paciente, es cuando la frecuencia desencadena reacciones en el paciente. Las ondas electromagnéticas pueden actuar sobre grandes distancias ajustando la fase de oscilación de un sistema biológico a la frecuencia del campo electromagnético por lo que se adapta con consecuencias a otros sistemas del cuerpo. Esto también puede producir una huella de frecuencia electromagnética en el sistema vivo que puede ser duradero. Incluso circuitos resonantes pasivos pueden imprimir una frecuencia en agua y en sistemas biológicos. Estos son efectos considerados cuánticos y puede explicar los efectos adversos de la exposición a las radio frecuencias.” - Sociedad Americana de Medicina Medioambiental.
- “La ciencia emergente ha descubierto que el problema de los teléfonos móviles no viene causado por su potencia de salida (efecto térmico), sino por la transferencia de informaciones sobre la “onda portadora” emitida y recibida por la antena del teléfono. Se conoce con el nombre de “onda radioeléctrica portadora de informaciones” (ICRW), y se trata de una frecuencia que transporta unos paquetes específicos de información permitiendo la transmisión de diversos elementos a la vez (voz, texto, imágenes, etc.). Es aquí donde reside el problema: Esta onda tiene una frecuencia inédita. Nuestras células no están en absoluto habituadas y la perciben como un peligroso invasor extranjero. Los últimos estudios han identificado claramente los mecanismos biológicos de los efectos nefastos de las ICRW. Nuestras membranas celulares estas dotadas de receptores especiales llamados “microtúbulos”, capaces de detectar las frecuencias. Estos receptores interpretan las ICRW, como una energía amenazante y desconocida. Para protegerse, la membrana celular se encierra instantáneamente. Esto significa que los nutrientes, no pueden ya penetrar en la célula y que las toxinas no pueden salir de ella. Esto significa también que la comunicación intercelular vital se rompe [Ungar J, McGregor S, Rahman M, Taylor D, Torres N, Hanser A].Este efecto es inmediato y dura tanto tiempo como la persona está expuesta a los ICRW. Cuanto mayor es la duración de los lapsos de tiempo de exposición, mayores y más importantes son los daños biológicos (daños en los radicales libres, mutación genética, perdida de energía celular, envejecimiento prematuro y a la larga, enfermedades degenerativas).” - Dr. George Carlo.
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